En neurociencia, una tractografía es un procedimiento que se usa para poner de manifiesto los tractos neurales.
Además de los largos tractos que conectan el cerebro con el resto del cuerpo, existe una complicada red tridimensional formada por conexiones a corta distancia entre las diferentes áreas corticales y subcorticales del encéfalo.
Las secuencias que se utilizan en la IRM observan la simetría de la difusión del agua en el cerebro.
La tractografía se lleva a cabo utilizando una técnica de RM conocida como "Imagen Ponderada por Difusión", que es sensible a la difusión del agua en el cuerpo de forma que se puede utilizar para mostrar su imagen tridimensonal.
En las afecciones en las que se distorsiona la mielina o la estructura de los axones, como en traumatismos físicos, tumores e inflamaciones reducen la isotropía, ya que las barreras a la difusión quedan afectadas por destrucción o desorganización.
El software puede codificar los colores de este modo: Adviértase que la técnica no puede discriminar direcciones "positivas" o "negativas" dentro del mismo eje.