Trachyphyllia geoffroyi

[2]​ Pertenece al orden Scleractinia, por lo que su esqueleto es macizo y está compuesto de carbonato cálcico.Tras la muerte del coral, su esqueleto contribuye a la generación de nuevos arrecifes en la naturaleza, debido a que la acción del CO2 convierte muy lentamente su esqueleto en bicarbonato cálcico, sustancia ésta asimilable directamente por las colonias coralinas.Este último se da en ejemplares ubicados en aguas turbias o a la sombra de otros corales, por tanto con poca iluminación.[6]​ Su distribución geográfica comprende el Indo-Pacífico, siendo especie nativa de Arabia Saudí, Australia, Birmania, Camboya, China, Comoros, Egipto, Eritrea, Filipinas, India, Indonesia, Israel, Japón, Jordania, Kenia, Madagascar, Malasia, Maldivas, Mauricio, Mayotte, Mozambique, Nueva Caledonia, Papúa Nueva Guinea, Reunión, islas Salomón, Seychelles, Singapur, Somalía, Sri Lanka, Sudán, Tailandia, Taiwán, Tanzania, Vanuatu, Vietnam, Yemen y Yibuti.[1]​ Los pólipos contienen algas simbióticas; mutualistas, ambos organismos se benefician de la relación, llamadas zooxantelas.[8]​ En la reproducción sexual, la mayoría de los corales liberan óvulos y espermatozoides al agua, siendo por tanto la fecundación externa.Los especímenes jóvenes se fijan durante la fase de desarrollo sobre cualquier sustrato, al alcanzar cierto tamaño suelen romper la fijación, por lo que se depositan en los fondos sin soporte, la posibilidad de hinchar sus pólipos impide al coral hundirse en la arena.
Trachyphyllia geoffroyi
Trachyphyllia geoffroyi con los tentáculos extendidos.
Trachyphyllia geoffroyi en un acuario
Colonia de Trachyphyllia geoffroyi en el acuario Sea World de Praga , República Checa.
Variedad roja de Trachyphyllia geoffroyi
T. geoffroyi