Esta concesión administrativa y la fuerte propaganda permitió a Cafés La Estrella antes de la guerra civil extenderse por toda España.
Esto hizo al gran público de toda España identificar «café torrefacto» con el café tostado con azúcar, cuando etimológicamente nada tiene que ver, ya que torrefacto en principio solo significaba tostado al fuego.
Si bien el desarrollo de la producción de torrefacto en Portugal coincide con los años de la Dictadura en España donde había poco café (se mantuvo una política económica basada en la autarquía, provocada por el aislamiento internacional al que condujo la colaboración con las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial) y los portugueses lo tostaban con azúcar fundamentalmente para venderlo en España o a españoles que iban a Portugal a buscarlo para venderlo luego en España ilegalmente a través del estraperlo.
En algunos países americanos de habla castellana al café torrefacto se le denomina café torrado, la misma palabra que utilizan los portugueses para el café de tueste natural, en España esta palabra «torrado» está prácticamente reservada para los garbanzos sometidos al proceso de torrefacción.
También dificulta la desorción del CO2 Desgasifica más lentamente que el café natural, dando problemas para envasar al vacío.
Aumenta entre un 40 y un 60 % la capacidad antioxidante del café de tueste natural, lo que permite al organismo estabilizar mejor los radicales libres.2 También modifica algunas características organolépticas 4.
Para apreciar estas modificaciones tenemos que partir del mismo café y tostarlo mediante las dos técnicas.
A partir del año 83 que se levanta la prohibición de vender café molido industrialmente y más hoy en día cuando la inmensa mayoría del consumo doméstico es molido no se necesita el torrefacto para enmascarar los defectos.
El tueste del café torrefacto ha tenido una evolución muy lenta, desde su patente hasta principios de los años setenta se tostaba en bola y enfriando en batea muy parecido a como lo hacía José Gómez Tejedor a principio del siglo XX.
En 1994, Maquinaria del Rhin (hoy Radar Coffee) mejoró sus máquinas dotándolas de enfriador fijo (no cilindro móvil)