Café torrado

Esta técnica tuvo su origen [3]​ en España, patentada por el español José Gomez Tejedor, quien la desarrolló con el objetivo de poder conservar los granos del café para ser distribuidos dentro y fuera del país.

Al alcanzar temperaturas cercanas a los 200 °C el azúcar se carameliza.

Se cree que fueron los mineros cubanos quienes añadían azúcar a los granos del café, para protegerlos contra la oxidación y contra la humedad y la temperatura alta de la mina, para así mantenerlo en buen estado.

También se utiliza en mucha menor medida en otros países como Austria e Italia.

En España el introductor del café torrefacto fue José Gómez Tejedor -bajo la marca de cafés La Estrella, en la actualidad propiedad de la multinacional Nestlé- en Badajoz, quien obtuvo la patente del café torrefacto en España en 1901.

Granos del café torrefactos.