[6] Justo encima, a 97 metros, hay una plataforma de observación desde la que, cuando hace buen tiempo, se puede contemplar toda Riga y sus alrededores, así como el golfo de Riga.
[9] Se prevé su reapertura en 2024, fecha en la que volverá a contar con un restaurante y se abrirá al público el refugio antiaéreo de la torre.
Ya en aquel momento se evidenciaba que el antiguo centro emisor, situado en el edificio del antiguo Teatro Jelgava del barrio de Āgenskalns, en Riga, había llegado al límite de sus posibilidades.
[11] Antes de su llegada, ya se habían seleccionado varios posibles emplazamientos: en los alrededores del lago Bābelīte, en Baložkalns y en Ulbroka, entre otros.
Ambos expertos subrayaron que las torres de televisión ya no se construían como estructuras puramente técnicas, sino que también constituían atracciones turísticas dotadas de un mirador y un restaurante panorámico.
El estudio geológico reveló que la capa de terreno sólido sobre la que se podría apoyar la torre se encontraba a 25 metros de profundidad, lo que elevaba el coste y complicaba considerablemente el proceso constructivo, pero no se dio marcha atrás porque el Consejo de Ministros ya había aprobado el proyecto.
El autor de la solución visual fue el joven arquitecto georgiano Kim Nikuradze.
En aquel entonces, todas las torres de hormigón armado que se estaban construyendo en varias ciudad europeas —Vilna, Tallin, Moscú y Berlín— eran muy similares y sólo se diferenciaban por su parte superior.
En la primera fase se procedió a colocar la cimentación de la estructura.
[11] Cada tramo sucesivo se soldaba en el suelo en un soporte especial, es decir, la antena "crecía" de arriba abajo.
Esta operación se realizó una vez que los soportes de la torre estaban parcialmente construidos, ya que las grúas sólo podía levantar los materiales hasta una altura de 107 metros.
[5] El edificio técnico está situado en la base de la torre, entre sus tres pilares.
El tercer pilar aloja una escalera y equipos técnicos de comunicaciones.
En la antena central opera un elevador sueco Alimac que llega hasta una altura de 308 metros.
Los 44 metros que restan hasta el mástil se cubren con una escalera interior.