Las dos familias Monterrey y Lemos se disputarían dicha fortaleza en un interminable pleito por su posesión.En la primera planta, donde se sitúa la entrada, la bóveda es muy alta para posibilitar un piso de madera intermedia cuya funcionalidad sería doméstica.Con sus 747 metros sobre el nivel del mar (su vértice geodésico se sitúa en torno a los 758 metros) esta torre desarrolló un importante papel como puesto militar de defensa estratégica en la zona de la frontera portuguesa.La puerta de la torre se localiza a cierta altura y, habiendo desaparecido la escalera de madera que daba paso a su acceso, se hace casi imposible entrar, lo que propició su buena conservación.En la actualidad es posible acercarse sin mucha dificultad a su base y visitarla por el exterior.Aunque no es posible acceder a su interior, su posición dominante en el territorio constituye un magnífico observatorio de paisaje y naturaleza, un privilegiado mirador y un espacio que mantiene el atractivo misterioso de los edificios defensivos medievales.