En su cima se encuentran además los restos de los primeros pobladores atribuidos hacia la Edad de los Metales.
[3] Los primeros restos que muestran la existencia de asentamientos poblacionales en el término de Castellnovo están curiosamente muy cerca de la Torre, ya que en sus inmediaciones se encuentran unos yacimientos arqueológicos de épocas diversas, desde neolíticos (enterramientos en cuevas), e íberos (inhumaciones en estratos) que aparecen claramente romanizados y que puede que estuvieran ubicados allí hasta finales del Imperio de Occidente.
[2][3] La zona fue conquistada por las tropas cristianas del rey Jaime I en el año 1233, al tiempo que lo eran también todas las tierras dependientes de la fortaleza de Segorbe, sin grandes problemas bélicos.
[2] De la misma opinión es Forcada Martí.
[3] Presenta planta redonda y está construida en mampostería.