Torre Turpiana

Entre sus ruinas apareció una caja de plomo embetunada, con varias reliquias y un pergamino, escrito en árabe, con una profecía de San Juan sobre el fin del mundo, que san Cecilio, arzobispo de Granada, hizo ocultar para que no la profanasen los musulmanes.

La profecía se dio a Miguel de Luna, amigo y compañero de Alonso del Castillo, para que la tradujera, y se envió copia a Benito Arias Montano y al propio Alonso del Castillo.

La traducción de este último fue ambigua y los requerimientos del historiador Luis del Mármol Carvajal, cronista de la sublevación y reducción de los moriscos, para que la aclarara no dio el fruto apetecido.

Fueron dados también, entre otros, al morisco Alonso del Castillo, que atestiguó su antigüedad lingüística y caligráfica.

En realidad constituían una falsificación, realizada por moriscos que pretendían preservar su herencia cultural y espiritual, moriscos que muchos identifican con los propios Miguel de Luna y Alonso del Castillo.