El edificio está fragmentado por fisuras en tres piezas, incrementando la sensación de verticalidad.
[2] Los arquitectos del proyecto son los españoles Carlos Rubio Carvajal y Enrique Álvarez-Sala Walther.
Su planta es aproximadamente la de un triángulo equilátero cuyos lados son curvos (aunque más bien se podría definir como tres arcos que envuelven a tres cilindros situados en triángulo) y las ventanas tienen una disposición especial que ofrece una resistencia mínima al viento.
[3] El edificio fue construido por el grupo Sacyr, que lo controlaba a través de su inmobiliaria Testa.
En 2015, Sacyr vendió su filial a la socimi Merlin Properties, convirtiéndose en nuevo propietario del edificio.