Toro de Ronda de Cariñena

La fórmula consistió en la colocación, entre sus filas, de varios carros tirados por novillos en cuyas astas se situaron haces de paja y leña y que prendieron en el momento del ataque.

[3]​ Si nos referimos a los orígenes del Toro de Ronda en este último municipio, la documentación gráfica más antigua que se conserva data de 1888, aunque las referencias al mismo se remontan a mucho antes.

Inmovilizado el astado, se inicia el proceso de colocación de la gamella, un yugo de madera que se coloca en el principio del morrillo, justo detrás del testuz del animal y que lleva las dos varillas con sus respectivos ovillos, bolos o antorchas para prender.

[9]​ Acto seguido se sujetan ambos cuernos a la vez, dejándolos bastante libres, pues el yugo va por detrás de la cornamenta, así la cara del toro queda libre y la posibilidad de que el fuego llegue a los ojos es remota.

Mientras un engamellador sujeta firmemente la gamella en su posición vertical, 4 engamelladores más son los encargados de sujetar el yugo o gamella a la cabeza del toro, con los correspondientes cruces, lazadas y nudos de la cuerda en la testuz y cepa del toro.

Aunque está sujeto al pilón, tiene bastante movilidad, lo que dificulta la labor de los engamelladores y provoca la furia del animal, pues es en ese momento cuando demuestra su bravura o docilidad.