También se llama así a los establecimientos, generalmente bares, donde las camareras trabajan de esta forma.
Como prenda específica para su práctica, el monokini precursor del toples fue diseñado por el estilista Rudi Gernreich, quien lo lanzó en 1964, consistente en una braga negra que cubría hasta el ombligo, con dos tirantes desde la cintura que, por primera vez, dejaba los pechos a la vista (en Japón, se utilizan para cubrir los pezones).
La primera modelo en mostrarlo fue la estadounidense Peggy Moffitt, si bien fue Brigitte Bardot su máxima difusora en Europa.
[6] Durante el Carnaval, sin embargo, resulta frecuente la presencia de «bailarinas desnudas cubiertas apenas por un "tapa sexo"».
[14][15] Salvo en zonas muy concretas, se halla prohibido en todo el país, cabiendo destacar como excepcionales los enclaves de playas nudistas y clubes privados.
Disposiciones legales aparte, hacer toples en público no parece llamar demasiado la atención en la actualidad ni incluso en áreas urbanas especialmente concurridas de buena parte de Europa y Oceanía, principalmente Nueva Zelanda y Australia.
[17] No sucede lo mismo en España, donde el 42% de las consultadas aseguran haberlo practicado alguna vez, cuando la media mundial se sitúa en el 20%.
Más recientemente, una mujer que denunció a una joven por aplicarse crema bronceadora en los pechos a la vista de sus hijos (lo que, para ella, era realizar «actos obscenos en un lugar público») acabó condenada por «calumnia».
Se unieron también a la iniciativa las cantantes Miley Cyrus,[38][39] quien unos meses antes ya había publicado una conocida imagen en la que la artista enseñaba de forma parcial un pecho (el pezón aparecía tapado por una estrella),[40] Rihanna, Demi Lovato, Christina Aguilera y Ariana Grande, entre muchas otras.
[55] Quizá los desnudos parciales más polémicos de los últimos tiempos sean los protagonizados por las activistas del grupo Femen contra el turismo sexual, instituciones religiosas, sexismo y otros conflictos nacionales e internacionales.