Los tonsilolitos son concreciones sanguíneas (cálculos) que se forman en las criptas de las amígdalas palatinas, formados por sales cálcicas o en combinación con otras sales minerales, y suelen medir menos de 1 cm.
Los tonsilolitos más grandes pueden tener múltiples síntomas, como mal aliento (halitosis) recurrente, que frecuentemente acompaña una infección de las amígdalas, residuos blancos, mal sabor en la boca, dificultad en la deglución (disfagia), dolor en los oídos (otalgia) e inflamación de las amígdalas (amigdalitis).
[6] Aunque pueden expulsarse de forma espontánea, suele ser preciso su extracción; para ello es necesario la exéresis quirúrgica del cálculo amigdalar.
[7] Caso contrario, de no poder expulsarlos naturalmente, es posible eliminarlos sin tratamiento médico pero si es necesario consulte un dentista.
Y si fuera necesario, se puede agilizar la remoción con la ayuda de un hisopo humedecido.