En Venecia, Ebel conoció a un anciano estadounidense, que se convirtió en su mecenas y socio durante algunos años.
Ebel no se sentía cómoda desempeñando el papel de hombre y marido, e intentó suicidarse hasta cuatro veces.
Por esta época, bajo su necrónimo, se ganó una buena reputación en los círculos artísticos de Käthe Kollwitz.
En 1916, aún sin haber salido del armario como mujer trans, fue reclutada por el ejército y luchó en la ofensiva Meusse-Argonne, en la región de Champaña.
[1] Ese mismo año, Toni y Charlotte recibieron al sueco Ragnar Ahlstedt, quien escribió sobre ellas en el libro Män, som blivit kvinnor (en español: Hombres que se convirtieron en mujeres), pero no mencionaron a Dora.
En 1933, Toni Ebel se convierte al judaísmo, que era la religión de su compañera judía Charlotte Charlaque.
Toni Ebel recibía una pequeña pensión y obtenía unos ingresos adicionales con la venta de cuadros.
Hasta 1935 vivieron en Karlovy Vary (Rybáře), donde Ebel pintó cuadros para los huéspedes del balneario.