Sin embargo no les fue concedida esta iglesia y se establecieron en la basílica de Santa Balbina (1689).
El cardenal Marcantonio Barbarigo le pidió ayuda para predicar las misiones en Corneto y Montefiascone.
Le nombraron párroco de San Lorenzo ai Monti en Roma.
Gracias a ello escribió y publicó La domanda del martirio.
Falcoia regresó a Nápoles en 1709, fue nombrado procurador y, más tarde, prepósito general (1713).