Montefiascone

Los primeros documentos que mencionan Montefiascone son del año 853, cuando pertenecía al obispo de Tuscania.

La importancia de la fortaleza se vio confirmada por la visita del emperador Federico Barbarroja en 1185.

En los dos siglos siguientes fue una posesión papal, y entonces vivió su periodo de máximo esplendor.

Durante el papado de Aviñón, fue la principal residencia del legado papal Cardenal Albornoz.

A Dictionary of Arts, Sciences, Literature, and General information (en inglés) (11.ª edición).

Vista general de Montefiascone , destacando la cúpula octogonal de la catedral de Santa Margherita.