Su infancia transcurrió al lado de sus padres, de costumbres agrarias y sencillas, donde realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Universitario.
Escribió también para el diario El Espectador, fundó y dirigió el periódico El Día en 1939.
Como político, Vargas Osorio logró ser diputado a la Asamblea Departamental de Santander en 1937, y dos años más tarde ocupó una curul en la Cámara de Representantes.
Vargas Osorio incursionó también en la narrativa, con una gran visión literaria para los años treinta, campo en el que ha sido reconocido por la característica de sus escritos: reflexión profundamente subjetiva y estéticamente elaborada.
La edición y el prólogo corrieron a cargo de Jaime Ardila Casamitjana, quien incluyó, junto a las reediciones de los cuatro libros publicados en vida del autor, otras cuatro secciones destinadas a recoger por primera vez, en forma de monografía, gran parte de su obra publicada originalmente en prensa: «Cuentos santandereanos», «Bitácora», «Poemas varios» y los textos periodísticos que Vargas Osorio escribió para el suplemento literario de El Tiempo.