Su primera novela, Héctor y yo, aparece en 1928 e incorporaba elementos de la prosa vanguardista y un más tarde aparece su libro misceláneo Sensualidad y futurismo, que combinaba prosa y poesía de vanguardia.
En 1931 aparece Mascando goma de estrellas (poemas bobos), muy valorado por la crítica.
Ya en la estética del surrealismo se sitúan sus poemarios de madurez Del amor violento (1933) y Cadera del insomnio (1935), en las que se aprecia también una veta neopopularista.
Por otro lado, escribió gran cantidad de greguerías, publicadas en su libro Chilindrinas.
Su editorial «Clan» publicó, entre otros, Violento Idílico (1949), del poeta surrealista Miguel Labordeta.