Lefever compuso para casi todos los géneros musicales, empleando los más diversos medios.
Como ejemplo de uno de sus últimos trabajos solicitados por instrumentistas (2000) puede mencionarse Trayectoria, para saxofón alto y percusiones (platillo suspendido, triángulo, tres gongs, caja clara y bombo) con un solo percusionista, que Lefever compuso para el saxofonista Miguel Villafruela.
Gastón Soublette, ensayista y musicólogo chileno, ha expresado: «Tomás Lefever fue «como pensador un disidente que optó finalmente por ser un marginal hasta el punto de no preocuparse más por hacer valer su obra ante sus pares, ni ante las instituciones, ni menos aún, ante el público; porque su incompatibilidad con el mundo actual llegó a ser absoluta [...] Es probable que si su obra fuese cabalmente conocida en Europa, despertaría el interés de muchos.
Pero la verdadera naturaleza de esa obra, en su totalidad músico-literaria, es la de haber germinado aquí, en nuestras pobres calles, en nuestras semidesérticas tierras, en nuestras modestas habitaciones e instituciones; que su música haya sido ejecutada por orquestas, conjuntos y directores que rara vez alcanzaron a entender lo que este artista quería expresar; que sus diálogos con los gestores de la cultura en Chile hayan sido casi siempre un diálogo de sordos, que sus excelentes programas radiales hayan sido suprimidos para "racionalizar" la actividad de la emisora; que las más intensas proyecciones de su espíritu hayan sido confidencias hechas a amigos en diálogos inolvidables en interminables tardes y noches sin horario.
Lo Neoclásico en la obra de Gustavo Becerra, Revista Musical Chilena, Año XXVI, julio-diciembre 1972, N° 119-120, pp.36-48.
Fré Focke: el compositor y el maestro, Revista Musical Chilena, enero 1997, vol 51, N° 187, pp.