Para ello se prepara una gran hoguera en la plaza del pueblo donde se reúnen lugareños y visitantes alrededor del fuego; en las distintas casas también se realizan fogatas para quemar muebles viejos, palés, etc. Una vez prendidas las hogueras se procede al mancheo, es decir, a girar verticalmente el mancho, que está formado por tocha (esparto seco) y unas cuantas hojas verdes también de esparto.
Finalmente se trenza uno de los extremos y se hace un nudo en la punta, de forma que todo el conjunto sea resistente al giro vertical.
Para manchear hay que acercar el extremo "barbudo" del mancho al borde de la fogata hasta que empieza a prender.
Estos manchos, típicos de buena parte de Granada, tienen la peculiaridad en Tocón de que los realizan los más pequeños, y luego los venden a precios muy económicos.
La gente pasa la jornada comiendo y bebiendo los productos que los propios vecinos aportan.