Es posible que se asocie a fibrosis idiopática en otros lugares (mediastino, retroperitoneo).
[2] Existen varios tipos más de tiroiditis crónica que no se mencionan habitualmente en la clínica pero que deben tenerse en cuenta, tales como la tuberculosa, la granulomatosa, la chagásica, por sarcoidosis, las alérgicas, las actínicas (luego de radioterapia), las linfomatosas, las leucémicas, las post traumáticas, por enfermedades virales, las para parasitarias, etcétera.
[3] La tiroiditis granulomatosa subaguda, también llamada de De Quervain, es un proceso inflamatorio doloroso que dura semanas o meses, casi siempre posteriormente a una infección vírica respiratoria, la cual se cree que pudiera ser el proceso patogénico inicial.
Normalmente la inflamación aguda rompe los folículos tiroideos y provoca un hipertiroidismo inicial, como sucede en otras tiroiditis; pero luego se establece un hipotiroidismo que se recupera gradualmente en función de la curación del proceso inflamatorio (entre 6-8 semanas).
Sucede sobre todo en mujeres en etapa posparto y se cree que tienen un origen autoinmunitario debido a los estudios serológicos positivos.
Se tratan con antiinflamatorios, antibióticos o mediante una intervención quirúrgica (desbridación y drenaje del pus).