Tirídates III de Partia (en persa: تيرداد سوم) gobernó el Imperio parto brevemente entre los años 35-36.
Mediante muy diestras operaciones militares y diplomáticas Vitelio tuvo completo éxito.
Sin embargo, Tirídates, que fue proclamado rey, no pudo mantenerse, porque apareció ante los partos como un vasallo de los romanos.
[1] El historiador romano Tácito escribe que el oficial de la corte parta Abdagaeses, quien ejercía control político sobre Tirídates, previno a Tirídates del peligro de visitar a las tribus partas.
[2] Esta política evitó que los desconfiados clanes se unieran contra Tirídates en un periodo.