Nita, ahora crecida, se casará con Atka, un hombre de un pueblo Inuit cercano.
Creyendo que es un signo, Nita consulta a la chamana más sabia de las tribus.
Al principio, Kenai se niega a destruir el vínculo, pero Nita le dice que los Espíritus pueden convertirlo de nuevo en un ser humano y enviarlo a buscarla.
Nita encuentra a Koda escondida en una cueva, pero ambos quedan atrapados en una avalancha y Kenai apenas los rescata.
Sin él, Nita ya no puede comunicarse con Kenai o Koda, por lo que se despide.
En el pueblo, las tribus se preparan para la boda una vez más, pero Nita, al darse cuenta de sus sentimientos por Kenai, le dice a su padre que no puede casarse con Atka.