Tia-Clair Toomey

[2]​[3]​[4]​ Brendan se convirtió en su primer entrenador, con el que nadó todos los días entre dos y tres kilómetros antes de ir a la escuela, mientras que por la tarde ganó explosividad en un gimnasio local, gracias a ejercicios de pliometría, flexiones, abdominales, prensa y burpees.

Su recorrido en las pistas terminó y su sueño olímpico se rompió cuando tuvo que comenzar a asumir todos los costes de entrenamientos y competiciones que, hasta su graduación en 2011, asumió su centro de estudios.

En 2018 y tras conseguir por segunda vez el título de campeona de los Games, escribió el libro How I Became The Fittest Woman On Earth: My Story So Far (en español, Como llegué a ser la mujer más en forma sobre la Tierra: Mi historia hasta ahora) en él, habla sobre su experiencia vital y de su negativa a darse por vencida, donde destaca el esfuerzo que realizó para conseguir los logros de su carrera deportiva.

Para lograr su objetivo necesitaba una mayor intensidad en sus entrenamientos, por lo que Shane, que entonces jugaba en el Gladstone Union Rugby y había comenzado a entrenar en el CrossFit Gladstone, le invitó a mejorar su rendimiento practicando en esa nueva disciplina.

Se mostró reacia a intentarlo en un principio, pero aceptó y pronto tuvo desavenencias con el entrenador del gimnasio, quien no le permitió realizar una flexión de pino (en inglés, handstand push-up) aunque su plan de entrenamiento así lo indicaba; se negó a regresar.

[3]​ Dos meses más tarde se encontró con el dueño del box en una cafetería y tras una conversación, decidió volver.

Participó en los siete eventos que clasificaban a la fase final, pero no estuvo a la altura de experimentadas atletas de la disciplina y obtuvo el puesto número dieciocho que le dejó fuera del gran evento.

Esta vez finalizó el Open en el puesto sesenta y tres del mundo y en el sexto de Australia, que le lanzó a los Regionals donde consiguió un tercer puesto, suficiente para llegar a la última fase y subir a la segunda posición del podio con 750 puntos, aunque a pesar de los buenos resultados, no consiguió entrar entre los tres primeros puestos en ninguno de los trece eventos que conformaron la final.

[8]​[9]​ En 2016 volvió a ocupar la segunda posición por detrás de Katrín Tanja Davidsdottir, quien ganó su segundo título consecutivo ese año en una final en la que rozó la victoria a tan solo 11 puntos de la líder islandesa y donde alcanzó el primer puesto en dos de las pruebas y subió al podio en cuatro ocasiones más.

Volvió a proclamarse ganadora de los Sanctionals The 2020 Rogue Invitational y Wodapalooza 2020.

El proveedor principal de material deportivo Rogue Fitness creó su propio Sanctional, al que llamó Rogue Invitational y donde cada año invitan a los atletas más destacados según el criterio del equipo directivo de Rogue;[41]​ en 2020 enviaron el material necesario a los propios invitados para su participación a través de Internet.

[44]​ Consiguió la victoria con 696 puntos seguida por las islandesas Sara Sigmundsdottir y Annie Thorisdottir, además, recibió un premio de 50 000 USD por ganar el Sanctional y al que se le sumaron 5500 USD por su posición en el resto de eventos.

Al igual que sus rivales, realizó toda la prueba equipada con un chaleco lastrado de nueve kilos.

Meses más tarde y tras entrenamientos semanales a distancia, debido a que Wydall se encontraba en Brisbane a seis horas de viaje entre ambos puntos, levantó 71 kg en arrancada y 91 kg en dos tiempos, que le dieron el oro en la categoría de 58 kg de la Copa Internacional del Pacífico disputada en Le Mont-Dore, Nueva Caledonia.

La competición tuvo lugar en el estadio Sir John Guise, que se remodeló expresamente para este evento de acuerdo a los estándares internacionales.

[69]​[70]​[68]​[71]​[72]​ La nutrición es una parte fundamental para todos los deportistas, especialmente para los atletas profesionales de CrossFit, que suelen seguir una dieta muy estricta llamada dieta paleolítica, basada en carne, pescado, frutas, verduras o frutos secos, todos ellos no procesados y lo más naturales posible.

Cathy Freeman tras ganar el oro en 400 metros lisos durante los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 .