Con esta información integró la primera parte de su obra en 1958, que tituló: Grundlagen zur Entzifferung der Osterinselschrift.
En ella se planteaba la partición del periodo clásico maya en cuatro grandes capitales (ciudades-estado) con su jerarquía de régules asociados.
Estos conceptos fueron muy importantes para los investigadores de la cultura maya en esa época (a mediados del siglo XX).
[2] Junto con Eric S. Thompson, Barthel fue un crítico del enfoque fonético en el desciframiento de la escritura maya, enfoque desarrollado por el epigrafista ruso Yuri Knorosov, que a la postre resultó más aceptable y demostró su validez ante la comunidad científica.
Tanto Thompson como Barthel llegaron a decir, equivocadamente, que los glifos mayas no representaban un verdadero sistema de escritura.