Más tarde, roban un antiguo Sedán, propiedad de Muriel Everett (Doro Merande), la cartera del pueblo; ella llama a Alice Foss (Tessie O'Shea) y más tarde se extienden rumores en toda la isla generando confusión.
En el puerto la situación comienza a ponerse tensa cuando el capitán amenaza con bombardear el pueblo si no les son devueltos los hombres.
Los rusos y los isleños, olvidando sus diferencias, se lanzan a salvar al niño formando una pirámide humana.
La marina de los Estados Unidos se negó a alquilarles uno para la producción y el estudio tuvo que recrear un auténtico submarino ruso.
La fabricación se hizo en cuatro partes, cada una de las cuales tenía su motor que lo hacía funcionar.
De acuerdo con Norman Jewison, la película —realizada en plena guerra fría— tuvo un considerable impacto en Washington D. C. y en Moscú.