Mercaderes de ilusiones

Además, supuso el debut de la actriz Deborah Kerr en la gran pantalla americana.El reparto está formado por: Sydney Greenstreet, Adolphe Menjou, Keenan Wynn, Edward Arnold y Ava Gardner.Mientras está en su habitación del hotel tira literalmente todo el dinero por la ventana, y le dice al botones que si aguanta con cincuenta dólares le «ayudará a ser sincero a la hora de conseguir un trabajo».Kay Dorrence (Deborah Kerr) para una campaña de Beautée Soap producida en la alta sociedad neoyorquina.En la elegante mansión Dorrance se hace pasar por miembro de la Charity League y enreda a Kay en el acuerdo; pero cuando llegan a la sesión fotográfica, el director artístico de Beautée realiza una sesión compositiva en la que Kay debe llevar un «picardías suelto y con volantes».«Tienes los dientes en nuestros problemas» —le dice a Vic, mientras se quita y abrillanta su dentadura—.Cuando los dos acuden a la cita con el señor y la señora Kimberly, un Kim borracho confiesa de manera violenta que creó su agencia tras derrocar a su antiguo mentor, e intentar robar el producto de la empresa acreedora Beautée.En el tren, Vic se topa con su antiguo amor, la cantante Jean Ogilvie (Ava Gardner).Sin embargo, se produce un problema cuando un tecnicismo jurídico anula el contrato de Buddy Hare.Vic se arrepiente inmediatamente de la táctica, y la conducta hiriente hacia Lash le hace sentir incluso más miserable.La revista Life nominó el libro como «la mejor parodia best seller del año pasado»[3]​ e incluso Clark Gable, quien finalmente sería el protagonista en la adaptación al cine, dijo: «Es obsceno y no es divertido».El otro problema fue el origen étnico de Lash/Stein: en la novela, Vic le cuenta a Lash que la gente pondrá en duda su honestidad por ser judío;[8]​ Davis eliminó todas las referencias sobre la identidad étnica de Lash y lo convirtió en un niño que había tenido problemas, pero que luego «fue por el buen camino", y al final tuvo éxito.[14]​ Bosley Crowther escribió en The New York Times que se destacaba mucho a Gable.Referente al romance entre Vic y Kay, la revista Life fue contundente: «La historia de amor es rematadamente aburrida.En contraposición a la feminidad de Deborah, la virilidad estudiada de Clark Gable resulta embarazosa… algo que nunca le había pasado, ni a los tipos duros como Joan Crawford en Tessie y Jean Harlow en sus mejores días».El New York Herald Tribune calificó al dúo de «ideal»: «Deborah Kerr ha realizado un excelente debut en las pantallas americanas».La opinión sobre Mercaderes de ilusiones se ha suavizado a medida que han pasado los años.La primera versión en DVD se creó en agosto del 2011 para formar parte de la Warner Archive Collection.
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