Wayne Hayes (Robert Redford) y su esposa Eileen (Helen Mirren) están viviendo el Sueño americano: tienen dos hijos y llevan un fructífero negocio.
Están buscando un lugar para retirarse de la ciudad y descansar.
Pero todo cambia cuando secuestran al protagonista.
Él, negociando con los secuestradores, y ella, colaborando con el FBI, intentan por todos los medios acabar con aquella situación.
A lo largo de la película, su esposa descubre que él continúa con la aventura que había prometido dejar hacía varios meses, lo que hace cambiar de nuevo la relación entre ambos.