Anne-Josèphe Théroigne de Méricourt

Al año siguiente, tras desavenencias con su madrastra, se marchó de su casa.

Esta vida, conviviendo con la única figura femenina que le mostró afecto, le permitió llevar a cabo su formación: aprendió a leer, escribir, cantar y tocar algún instrumento.

[4]​ Mantuvo una relación, entre 1784 y 1787, financiera o amorosa, la correspondencia deja en la duda, con el viejo marqués Doublet de Persan,[5]​ Consejero del Parlamento de París, quien le prestó ayuda económica y se arruinó por ayudarla.

En esta época utilizó el sobrenombre de Mademoiselle Campinado, trabajando como cortesana en París.

Trabó relación con un castrato italiano, Giusto Fernando Tenducci, que le hizo brillar en su carrera de cantante, pero también firmar un contrato leonino.

Estando sin dinero tuvo que recurrir a un banquero suizo, Jean-Frédéric Perregaux, pidiéndole ayuda para volver a Nápoles y Roma, con cargo al Marqués de Persan, así como cartas de recomendación.

Al final de la mañana la familia real dejó Versalles y volvió a París, instalándose en las Tullerías.

[11]​ También fue presentada como una libertina, que se acostaba con todos los diputados del pueblo y un periodista escribió que cualquier representante (de la Asamblea Nacional), podía ser el padre de su hijo.

Allí fue interrogada sobre sus actividades revolucionarias, tomándola por una espía subversiva, quizás influidos por las noticias publicadas en la prensa donde se exageraba su participación en la revolución francesa.

Esta detención aumentó su popularidad en París, adonde volvió a fines del año 1791.

[17]​ Reclamaba la igualdad política para las mujeres, pasando por la demanda de poder llevar armas.

El periodista realista Jean-Gabriel Peltier acusó falsamente a Anne-Josèphe Théroigne de Méricourt de haber promovido y participado en el linchamiento del panfletista realista François Suleau una hora antes del asalto a las Tullerías, que habría estado motivada por las burlas que habría hecho a su vuelta.

[18]​Empezó a cambiar de actitud y pidió moderación para que las mujeres pudieran desempeñar un papel importante en los acontecimientos.

Para evitar una guerra civil, en la primavera de 1793, propuso crear en cada sección una magistratura dirigida por seis honrados ciudadanos, que vestidos con una bufanda en la que se escribiría "Amistad y hermandad", podrían evitar los conflictos entre los diferentes partidarios de los movimientos.

[23]​ Su vida también inspiró el poemario Las flores del mal, publicado en 1857, de Charles Baudelaire.

Su vida ha inspirado igualmente la novela Et embrasser la liberté sur la bouche de Philippe Séguy, publicada en 2011.

Igualmente aparece como un personaje en la novela de Hilary Mantel publicada en 1992 y llamada A Place of Greater Safety.

"Puta patriota con 100 amantes cada día, pagando cada uno 100 sueldos en contribución a la Revolución, ganados con el sudor de su cuerpo".

[31]​ Jules Michelet se equivoca y atribuye el castigo frente a la Convención a varones en "Las mujeres de la Revolución", publicada en 1854, defendiendo la imagen romántica de la mujer dedicada al instinto maternal y al amor.

Por eso la locura de Théroigne se precipita cuando la Revolución entra en el periodo del Terror.