En síntesis se pueden distinguir los siguientes 5 grupos: En los Estados Unidos, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos define doce clasificaciones principales de la textura del suelo:[1] arenoso, arenoso-franco, franco-arenoso, franco, franco-limoso, limoso, franco-arcillo-arenoso, franco-arcilloso, franco-arcillo-limoso, arcillo-arenoso, arcillo-limoso y arcilloso.
Un cuarto término, franco, se usa para describir propiedades iguales de arena, limo y arcilla en una muestra de suelo, y se presta a nombrar aún más clasificaciones, p. Ej.
La arcilla comprende toda la parte coloidal mineral del suelo, y representa la fracción más activa, tanto desde el punto de vista físico como del químico, participando en el intercambio iónico, y reaccionando en forma más o menos evidente a la presencia del agua, según su naturaleza.
Por ejemplo las arcillas del grupo de las caolinitas tienen una capacidad de intercambio iónico bastante reducida, y se hinchan poco en presencia del agua, mientras que las arcillas pertenecientes a otros grupos tienen una elevada capacidad de intercambio iónico y elevada capacidad hidratante.
Las propiedades químicas y físicas de un suelo están relacionadas con su textura.
Las arcillas, al ser laminadas, se caracterizan por presentar una elevada superficie activa.