Estas sustancias están formadas por compuestos de dos grupos químicos distintos: los derivados organofosforados y los carbamatos.
[5] Según la historia contada por Bo Holmstedt, Clermont describió el sabor del tetraetilpirofosfato, siendo sorprendente que haya sobrevivido a la hazaña dado el hecho de que unas pocas gotas del compuesto en la lengua pueden matar rápidamente a un humano.
[8] Ambos, TEPP y SulfaTEPP, marcaron el comienzo del uso de los pesticidas organofosforados, pero hoy ya han sido descontinuados debido a su toxicidad en mamíferos.
Los datos típicos se especifican mediante la fórmula mnemotécnica SLUD (Salivación, Lagrimación, Urinaria y Defecación).
Los humanos pueden morir por causas respiratorias como resultado de la apnea central, la debilidad diafragmática y la broncorrea.