Más tarde, en el mismo año, tomó al Inca Atahualpa en Cajamarca.
Atahualpa, viendo que los españoles apreciaban el oro por encima de todo, se comprometió a cubrir una habitación con oro conocida como Cuarto del Rescate a cambio de su libertad.
La leyenda dice que volvió a Quito (que en ese momento era el nombre del territorio, hoy llamado Ecuador), transportando el tesoro hasta la Cordillera Llanganatis y la tiró a un lago.
La gente ha buscado el tesoro en los últimos quinientos años, y muchos han llegado a términos desafortunados, que han dado origen a la creencia de que es una maldición.
En 1933-1934 Luciano Andrade Marín, geógrafo e historiador ecuatoriano, el italiano Tullio Boschetti y Umberto Ré realizaron una expedición a los Llanganati; de allí Andrade Marín publicó el libro: "Viaje a las misteriosas montañas de los Llanganati", una expedición italo-ecuatoriana que dejó como constancia un estudio de la flora, fauna y geografía de la zona y, también, la narración de una fantástica expedición que por primera vez fue documentada en ese libro, el cual se lo puede consultar en La Biblioteca Nacional de Quito; un libro que ha sido declarado Patrimonio Cultural del Ecuador.