El Territorio Noroccidental (en inglés: North-Western Territory) fue una región de la Norteamérica británica hasta 1870, que recibió esta denominación por su situación en relación con la Tierra de Rupert.
No está claro cuándo exactamente Gran Bretaña declaró su soberanía sobre el territorio; sin embargo, después de que Francia aceptase la soberanía británica sobre la costa de la bahía de Hudson por el Tratado de Utrecht (1713), Gran Bretaña era la única potencia europea con acceso práctico a aquella parte del continente.
Los británicos no hicieron prácticamente ningún esfuerzo por afirmar su soberanía sobre los pueblos aborígenes del área.
De acuerdo con la proclamación real de 1763, el establecimiento en gran escala por población no aborigen fue prohibido hasta que las tierras fueran entregadas por un tratado.
En 1862 durante la fiebre del oro de la meseta Cariboo, parte del Territorio Noroccidental se convirtió en el Territorio de Stikine para permitir un gobierno más fácil de la costa oeste.