En los días previos al terremoto, la ciudad de Cúcuta experimentó varias sacudidas sísmicas.
Muchos sobrevivientes inicialmente no pudieron reconocerse entre sí debido al polvo y la desfiguración causada por el terror.
Se reportaron robos a las cajas de hierro donde los residentes guardaban su dinero, exacerbando el caos.
Esta situación duró varios días hasta la llegada de nuevas fuerzas militares para restablecer el orden.
[7] El sismo generó agrietamientos profundos en el suelo en Cúcuta y sus alrededores, e incluso en poblaciones venezolanas cercanas.
Aunque algunas fuentes exageran el número hasta 3.000 víctimas, el conteo más fidedigno indica que en Cúcuta se recuperaron 461 cuerpos, siendo 253 hombres y 208 mujeres.
Otras fuentes, incluida la infografía del SGC, estiman el número de fallecidos entre 800 y 1.500 solo en Cúcuta.
Según la infografía del SGC, el desastre no solo devastó estructuralmente a Cúcuta, sino que también afectó significativamente su desarrollo económico y comercial.
Sin embargo, este evento también ofreció una oportunidad para la modernización y el crecimiento urbano de la ciudad.