Dejó 595 muertos, 2291 heridos, 76 000 viviendas totalmente destruidas e inhabitables, y 450 000 personas resultaron damnificadas.
La magnitud destructiva del terremoto también causó grandes daños a la infraestructura que proporciona los servicios básicos a la población, tales como agua y saneamiento, educación, salud y comunicaciones.
Dejó 595 muertos, 2291 heridos, 76 000 viviendas totalmente destruidas e inhabitables y 431 000 personas resultaron afectadas.
La Reserva nacional de Paracas fue seriamente afectada, pereciendo numerosos lobos marinos y la formación rocosa conocida como La Catedral quedó completamente demolida.
[13] El presidente Alan García se desplazó varias veces a los lugares más afectados por este desastre natural.
Otras ciudades en hacer llegar su ayuda fueron Arequipa, Moquegua y Tacna por encontrarse cerca a la zona del desastre y podían enviar su ayuda por vía terrestre tanto material como con recursos humanos para la recuperación de la zona.
Así mismo, ciudades como Cusco, Piura, Chiclayo, Huaraz, Chimbote y Trujillo también organizaron donaciones que fueron remitidas a la zona de desastre por mar, carreteras y vía aérea.
Hasta la región afectada por el sismo se trasladó el titular de los Cascos Blancos, organismo de la Cancillería argentina especializado en catástrofes e integrado por médicos, psicólogos, trabajadores sociales, rescatistas y otros profesionales.
La ayuda fue destinada al departamento de Ica, que fue el más perjudicado por el sismo.
[21] En el avión viajaron veinte efectivos FAB-SAR, que se encargaron de distribuir la ayuda boliviana a las víctimas.
Además, en Bolivia, iniciaron el 20 de agosto la campaña de solidaridad «Bolivia y La Paz, contigo Perú» para ayudar a las víctimas del terremoto; en ese marco, el presidente Evo Morales anunció que donaría el 50 % de su sueldo mensual, al igual que el vicepresidente Álvaro García Linera, y los ministros y viceministros aportarían el 25 %.
Vamos a ver si se requiere de un apoyo más técnico y para cuando sería».
Colombia envió 18.6 toneladas de ayuda humanitaria al gobierno peruano conteniendo carpas, cobijas, medicamentos, alimentos y ropa.
[28] Se puso a disposición del gobierno peruano un avión Hércules de la Fuerza Aérea Colombiana.
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, viajó al Perú y visitó personalmente la zona del desastre con algunos de sus ministros y en compañía del presidente peruano Alan García.
[30] Surgieron empresas, como Inditex o Telefónica, que donaron importantes sumas de dinero para los necesitados.
El gobierno de Japón donó 100 carpas familiares (con capacidad para 6 personas), 1000 frazadas y 1200 colchonetas.
Esta ayuda fue llevada a las ciudades de Pisco, Ica y Chincha.
El buque también brindó atención médico-quirúrgica dentro de sus instalaciones, ya que cuenta con consultorios dental y médico, así como un quirófano.
Por último, varias compañías, fundaciones y bancos abrieron cuentas bancarias para que se depositara dinero que será enviado al Perú para dar apoyo económico a la Cruz Roja Peruana.
El Gobierno de Taiwán donó cien mil dólares a los afectados por el terremoto en el Perú.
Además, en un comunicado el ministro expresó sus condolencias al presidente del Perú, Alan García.
Cabe resaltar que terremotos, sísmos y tifones azotan la isla cada cambio de estación.
La ayuda consiste en una unidad potabilizadora de agua, leche en polvo donada por CONAPROLE, así como ropa, abrigos y alimentos no perecederos recolectados por la Cruz Roja.