Tercera probación

Como en toda orden o congregación religiosa (católica), quien desee convertirse en jesuita comienza por hacer un noviciado, período de dos años durante el cual se realiza, mediante los Ejercicios Espirituales, un «discernimiento espiritual», es decir, una elección consciente, libre y decisiva sobre la orientación fundamental para dar su vida en respuesta de amor a una llamada de Dios.

La Tercera Probación prepara así al compromiso en la Compañía de Jesús para los últimos votos a los que el jesuita será llamado en los años siguientes.

Las etapas de la formación jesuita reflejan los momentos sucesivos del camino seguido por San Ignacio.

En la espera de un barco que los llevaría a Tierra Santa, viviendo juntos, sirviendo en los hospitales y conociendo su 'escuela del corazón'.

Esta tercera probación es realizada bajo la dirección de un ‘Instructor’ quien es el acompañante espiritual (antes le decían guía espiritual, pero este termino no se usa con la premisa que quien inspira y dirige es el Espíritu Santo), este periodo dura de seis a nueve meses durante los cuales son hechos una segunda vez los Ejercicios espirituales.