El campeonato contó con la participación de 90 clubes divididos en cinco grupos.
La competición siguió un sistema de liga, de modo que los equipos de cada grupo se enfrentaron entre sí, todos contra todos en dos ocasiones -una en campo propio y otra en campo contrario- sumando un total de 34 jornadas.
Se estableció una clasificación con arreglo a los puntos obtenidos en cada enfrentamiento, a razón de dos por partido ganado, uno por empatado y ninguno en caso de derrota.
En caso de empate a puntos entre dos o más clubes en la clasificación, se tuvo en cuenta el mayor cociente de goles.
Los dos primeros clasificados de cada grupo avanzaron a la Fase Final junto a los campeones regionales canarios, divididos en dos grupos de seis equipos cada uno y en los que los dos primeros clasificados de cada uno de ellos ascendieron directamente a Segunda División, mientras que los terceros y cuartos clasificados jugaron la promoción de ascenso a partido único en campo neutral ante los penúltimos y antepenúltimos de los dos grupos de Segunda División.