Teoría de los sectores polares
[1] Fue luego extrapolada al polo sur con diversas variantes, debido a la mayor discontinuidad geográfica.Propuso que se debían trazar sobre la superficie terrestre, desde las extremidades de los territorios circumpolares de cada país, líneas convergentes hacia el polo mediante los meridianos, quedando todo lo que se encuentre entre dichas líneas bajo la pertenencia del país respectivo.[2] El polo norte, en donde el océano Glacial Ártico se halla congelado casi en su totalidad, se hallaba a comienzos del siglo XX rodeado por las posesiones circumpolares de Canadá, Estados Unidos, Rusia, Noruega, Dinamarca y Finlandia (este último desde su independencia en 1917 hasta que perdió esa condición al ceder sus costas árticas a Rusia durante la Segunda Guerra Mundial).Ambos países reclamaron así su soberanía sobre más de las tres cuartas partes del ártico.Las disputas por áreas en el mar de Barents y por el paso del Noroeste continúan en la actualidad.La Teoría de los Sectores Polares fue extrapolada a la Antártida, en donde su aplicación fue diferente a la realizada en el polo norte, pues no existe una continuidad geográfica directa de las regiones polares con los países que la rodean.Sin embargo, los límites no se correspondían con la prolongación de esas disputadas posesiones británicas, extendiéndose más hacia el oeste hasta abarcar toda la península Antártica, por lo que el Reino Unido adujo además razones históricas para la reclamación de esas áreas.En 1917 la patente real fue modificada, adaptando la Teoría de los Sectores Polares a la Antártida.De esta manera se excluyeron los territorios patagónicos sobre los que el Reino Unido no había hecho reclamación alguna.El límite oriental fue fijado considerando al archipiélago de las Sandwich del Sur, reclamado por la Argentina desde 1938.