Esta baja excitación se traduce en la incapacidad o dificultad de prestar constante atención a cualquier tarea con estímulos o novedad decrecientes, además de explicar el comportamiento hiperactivo compulsivo.
Existen tres teorías que podrían explicar esta condición: El trastorno antisocial de la personalidad (TPA) se caracteriza por conductas reiteradamente engañosas, impulsividad, irritabilidad y agresividad desde los 15 años de edad.
Las personas diagnosticadas con este trastorno[7] suelen obtener puntuaciones bajas en el condicionamiento del miedo.
[11] Un estudio demostró que el mejor rendimiento era el obtenido cuando los estímulos provocaban una cierta excitación psicológica.
Cuando se empleó el sonido para ayudar a la función cerebral, también conocido como resonancia estocástica, se descubrió que se necesita mucho más ruido para mejorar el rendimiento de los que padecen TDAH, ya que disponen de menos dopamina (hipodopaminergia).