Neofilia

El término fue utilizado anteriormente por Christopher Booker en su libro Los Neofílicos (1969), y por J. D. Salinger en su cuento Hapworth 16, 1924 (1965).Lo opuesto de un neófilo es un neófobo; una persona con aversión a la novedad y al cambio.Eric S. Raymond, defensor del código abierto y programador, observa que esta personalidad es especialmente predominante en ciertos campos profesionales; en el ámbito de empresas, éstos son en principio la informática y otras áreas de la alta tecnología.Estas tendencias no son mutuamente excluyentes, y podrían existir simultáneamente en el mismo individuo.Todos estos grupos se solapan fuertemente y (donde exista evidencia) parecen compartir característicos tropismos hacker por la ciencia ficción y la música.Estudios recientes descubrieron un posible vínculo entre cierta predisposición a alguna clase de neofilia, con niveles altos de la enzima monoamino oxidasa A.