En América Latina, el dirigente socialdemócrata y excomunista Rómulo Betancourt sostuvo que la Revolución de Octubre de 1945 en Venezuela «se emparienta más con la revolución democrático-burguesa que con la revolución socialista» y, además, aseguró que su país «no puede saltar la etapa del desarrollo capitalista de su economía».
[3] La teoría de dos etapas es a menudo atribuida a Marx y Engels, pero críticos como David McLellan[4] y otros disputan que Marx y Engels imaginaran la aplicación estricta de esta teoría fuera del actual desarrollo occidental existente del capitalismo.
McLellan y otros citan la respuesta de Marx a Nikolái Mijáilovski: En el prefacio a la edición rusa del Manifiesto comunista de 1882, Marx y Engels específicamente perfilar un camino alternativo a socialismo para Rusia.
Fueron criticados por Trotski en lo que deveniría la teoría de la revolución permanente en 1905.
[cita requerida] En el marco latinoamericano, José Carlos Mariátegui también fue crítico de las tesis etapistas.