Dirigió, en 1941, la “Revista Musical Ysyry”, editada en la imprenta de José Cantero Frutos.Entre 1949 y 1954, bajo el gobierno de Federico Chaves, ocupó una banca en el parlamento como representante Nacional.Por sus ideas libertarias y progresistas tuvo que marchar al exilio, en la ciudad de São Paulo, Brasil, donde vivió una angustiosa existencia jalonada con sinsabores tanto en lo económico como en lo político y sentimental.Sus restos reposaron durante veintiocho años en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú, en la frontera entre Brasil y Paraguay, hasta que en 1994 fueron repatriados y llevados a su ciudad natal.Entre sus muchas creaciones sobresalen “Minero Sapukai”, “Ñande rekove”,“Guapo che rymba buey” y “Ha mboriahú” (poema al cual Elvio Romero consideraba el más dolorosamente bello alegato social a favor de los desposeídos del Paraguay) (1943), con música de Emilio Bigi; “Virginia”, “Nde tapere che reindy”, “Kueheve guare”, con música de Diosnel Chase; “Nde resa kuarahyame” con música de Julián Alarcón; “Che jazmín”, “Che mboeharepe” y “Aco ñande ynambumí”, con música de Epifanio Méndez Fleitas; “Ha pilincho” con Toledo Núñez, por citar las más representativas.