Su padre, muerto antes de nacer el poeta, se llamaba Ramón Cuesta, farmacéutico que regentaba una botica en Mieres.
Desde 1845 a 1876 se dedica al estudio de la música, estudiando composición y armonía y centrándose en la flauta, además de tocar la flauta empieza a componer diferentes obras.
En el año 1888 debido a unos recortes de presupuesto, se le jubila prematuramente del puesto del hospicio, esto hace que entre en una fase de declive económico puesto que el dinero de la jubilación nunca le llegó realmente.
De su matrimonios concibió cinco hijos sus nombres son: Arturo, Rafael, Amelia, Gumersinda y Concha.
Desde 1858 a 1876 se dedica básicamene a la música, se convierte en un buen flautista y dentro de su faceta de compositor, compone numerosas obras, sobre todo religiosas (misereres, ofertorios, salves...).