La tensión de ruptura o voltaje de ruptura de un material no conductor o aislante eléctrico es el voltaje mínimo necesario para que una parte del aislante se convierta en conductora.
La tensión de ruptura es una característica de los materiales aislantes que define la máxima diferencia de potencial que será posible aplicar a través del material, si se rebasa el material será conductor.
En el caso de los aislantes sólidos en sobrepasar este límite se produce un flujo repentino de corriente eléctrica a través del material que causa una series de cambios físicos permanentes creando un camino conductor.
A bajas presiones este potencial de ruptura disminuye hasta el punto de que dos superficies no aisladas con diferente potencial pueden inducir la perforación dieléctrica del gas que las rodea.
Esto tiene algunas aplicaciones importantes en la industria, como en el caso de la producción de microprocesadores, pero también puede ser un problema para los aparatos dado que una perforación dieléctrica es similar a un cortocircuito.