Templo de San Hipólito

El templo tiene dos torres que muestran en sus paramentos unas ajaracas, separando con una cornisa la base del campanario.

La leyenda relata la historia de un labrador que es hecho presa de un águila y llevado a una cueva oscura, donde le fue ordenado quemarle el muslo al emperador Moctezuma para demostrarle cómo su soberbia le había quitado toda sensibilidad.

Asimismo, después de haber regresado al labrador a su milpa, le comandó que regresara a la cueva al día siguiente y le comentara a Moctezuma lo que había hecho y, como prueba, le dijera que viera la quemadura en su muslo.

[2]​ Durante la mayor parte del siglo XVI el templo continuó como una remembranza de los “justos caídos” contra los mexicas.

Durante la Colonia hasta la consumación de la Independencia, el templo comenzó a cobrar gran importancia en la festividad en conmemoración a la toma de México, conocido como el Paseo del Pendón.

El hospital era dirigido por la primera orden religiosa mexicana conocida como los Hermanos de la Caridad.

La escuela “Rosendo Olleta” permanece la única en México organizada por la iglesia católica totalmente gratuita, sostenida por los donativos que recibe el templo.

En 1969 por motivo de la construcción del metro Hidalgo la asistencia al templo disminuyó.

Y en 1985, la estabilidad estructural sufrió gravemente debido a los sismos de ese año.

Campanario del templo.
Torres.
Monumento a los españoles caídos en 1520 en Tlaltecayohuacan
La caída de Tenochtitlán
Placa del Templo de San Hipólito.
Entrada principal al Templo de San Hipólito durante un domingo en misa.