Los restos del entablamento constituyen un problema para la datación del templo, ya que existen dos tipos de cimacios laterales con canalones y cabezas de león: el primero, peor conservado que el otro, fechado en el 460 a. C., y el segundo, de mediados del siglo V a. C. Probablemente, el primer cimacio es el original y fue reemplazado por el segundo unas cuantas décadas más tarde por razones desconocidas.El edificio fue restaurado durante el periodo romano con algunas modificaciones, en concreto la división del naos en tres partes, lo cual podría indicar una dedicación a varias divinidades.Dentro del perístasis hay un largo naos, provisto de un pronaos delante y un opistodomos detrás, ambos in antis (llamado así porque las dos columnas del pórtico quedan enmarcadas por dos paredes laterales llamadas antas).Las altas columnas están coronadas por anchos capiteles, con una profunda separación entre el fuste y el equino.Esto podría indicar, junto con el alargamiento del naos y la gran separación de sus columnas, el relativo arcaísmo del edificio, que precedería en al menos treinta años a otros templos perípteros de Akragas.