Dedicado al primer emperador romano, Augusto, se construyó probablemente durante la vida del emperador, entre el año 2 a. C. y el 14 d. C.[1] Se levanta sobre un podio, con un pórtico tetrástilo con columnas corintias que miden alrededor de 8 m por 17,3 m. El friso, ricamente decorado, es similar al de la Maison Carrée en Nimes, Francia.
La dedicatoria del templo consistía originalmente, en unas letras de bronce adjuntadas al pórtico, de las que sólo quedan los agujeros en la piedra que las sostenían y una parte del texto.
El de Augusto, se situaba en el lado izquierdo del templo central, y el de la diosa Diana se ubicaba en el otro lado del templo principal.
Aunque el templo central, más grande no ha sobrevivido, toda la parte posterior del Templo de Diana es claramente visible debido a que fue incorporada a la Palacio Comunal, construido en 1296.
Durante el Imperio bizantino el templo fue convertido en iglesia, lo que permitió su supervivencia hasta los tiempos modernos, más tarde fue utilizado como granero.