Los teléfonos candelabros tenían una boquilla (transmisor) montada en la parte inferior del soporte y un receptor (auricular) que el usuario sostenía en el oído mientras realizaba una llamada.
Cuando el teléfono no se utilizaba, el receptor se colocaba en el gancho del interruptor que sobresalía hacia el lado del soporte, desconectando así el circuito de audio de la red telefónica.
A la vez, se mejoró la circuitería eléctrica para producir el teléfono modelo 202, lo que redujo el fuerte tono local característico de los diseños anteriores.
El Hush-A-Phone era como un mini megáfono creado en 1920[2] que se colocaba sobre el receptor del teléfono candelabro.
Fue el primer diseño telefónico del mercado que incorporó el dial y los auriculares en una sola unidad.