Se llama teatro infantil a tres tipos de obras en el campo de la dramaturgia: los textos escritos por niños y adolescentes; los escritos para ellos o teatro para niños y los que la tradición literaria ha considerado adecuados para ellos.
En general, los textos se encuentran en colecciones especializadas de editoriales también especializadas; las tiradas son cortas y las reediciones, escasas.
En España, algunas de las editoriales que publican teatro para niños son: CCS (que cuenta con las colecciones "Galería del Unicornio" y "Escena y Fiesta"), ASSITEJ-España (Teatro), Ediciones de la Torre ("Alba y Mayo Teatro"), etc.
Además, algunas generalistas españolas, como Everest (que cuenta con las colecciones "Montaña Encantada - Serie Teatro" y "Punto de Encuentro - Teatro") o Anaya (colección "Sopa de Libros Teatro"), lo incluyen en su producción para institutos; justamente en los institutos de enseñanza secundaria es donde es más frecuente hallar talleres de teatro representados (y más raramente, escritos) por los propios adolescentes.
Entre ellos se encuentran: Jacinto Benavente (El príncipe que todo lo aprendió en los libros), Alejandro Casona (Retablo jovial, Pinocho y Blancaflor), Federico García Lorca (La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón), Lauro Olmo (quien escribió junto a su compañera, Pilar Enciso: La maquinita que no quería pitar, El león enamorado, El raterillo), Alfonso Sastre (El circulito de tiza), Carlos Muñiz, Carmen Conde, Ana María Matute, Montserrat del Amo, etc. A estos nombres se pueden añadir los de especialistas en dramaturgia infantil y juvenil como: Jesús Campos García, Ignacio del Moral, Alberto Miralles, Juan Manuel Gisbert, Luis Matilla, Fernando Almena, Juan Luis Mira, Tomás Afán, Fernando Lalana, entre otros muchos.