Fue en los primeros años del siglo XX que el gobernador de Tucumán, Ing. Luis Nougués, promulgó una ley que autorizaba al conocido empresario de espectáculos Faustino Da Rosa, de Buenos Aires, a construir, en el Boulevard Sarmiento tres edificios destinados, respectivamente, a alojar un teatro (que se llamaría “Odeón”); un hotel (que se llamaría “Savoy”) y el Casino.
En esa oportunidad, Saint Saens ofreció dos conciertos con sus obras, aunque las anédoctas sobre su mal genio permanecieron en el recuerdo de los tucumanos.
Sin embargo, tal exigencia careció de continuidad, aunque en el escenario se representaron distintas óperas y zarzuelas a cargo de compañías que llegaban en forma esporádica a Tucumán.
Su incorporación efectiva y permanente a la actividad artística local data del año 1959, cuando el Gobierno de la Provincia, al estructurar un nuevo organismo (el Consejo Provincial de Difusión Cultural, hoy Dirección General de Cultura) transfirió el Teatro San Martín a la órbita del mismo.
Se alfombró íntegramente el teatro, retapizándose todas las butacas, lo que realzó su delicada estructura original.
Se cambiaron totalmente las instalaciones sanitarias, decorándose los baños con azulejos fabricados especialmente, que llevaban inscriptas las iniciales del teatro.
Otro hito relevante fue la presencia de la afamada pianista Martha Argerich durante el "Septiembre Musical" del año 2005.
Cabe consignar que en la actualidad es el único teatro del país que tiene sus cuerpos artísticos completos, y que es capaz de producir –y los produce- cualquier tipo de espectáculo lírico, de ballet, sinfónico o sinfónico-coral.