[2] A diferencia del bicentenario de 2010 el gobierno macrista reemplazo los actos populares abiertos a la ciudadanía y concentraciones masivas, por desfiles militares y los actos privados de las autoridades cerrados al público.
Desde el partido Cambiemos Tucumán perteneciente al oficialismo tampoco pudieron confirmar la agenda de Macri, afirmando que recién el viernes 8 de julio tendrían mayores detalles, ya que la Casa Rosada estaban abocados a la visita del ministro de Trabajo, Jorge Triaca a una charla en un Hotel del Abasto.
En un primer momento, se le reprochó al gobierno de Macri que no se haya invitado a ningún exmandatario del país, es decir Cristina Fernández de Kirchner, Eduardo Duhalde, Fernando de la Rúa, Carlos Menem, Adolfo Rodríguez Saá ni Isabel Perón.
[4] Luego también causó polémica la presencia del exmonarca Juan Carlos I de España, que motivó que organizaciones sociales congregadas en Tucumán armaran caravanas de repudio y 15 comunidades diaguitas, que habían sido invitadas al desfile rechazaran la invitación por la presencia del exrey de España.
Para atender a Juan Carlos I, se cerró todo un piso del hotel Hilton.
[28][29] En el desfile cívico militar, se vio una columna con una bandera de excombatientes del Operativo Independencia,[30] un «aparato represivo que llevó a cabo crímenes de lesa humanidad en tierras tucumanas».
Los excombatientes fueron aplaudidos de pie por las autoridades presentes y vitoreados por los conductores del acto.
[35] Otros gobernadores rechazaron el acta por su liviandad, o declinaron asistir al evento.
Macri ya venía cuestionado a causa de que ningún Presidente sudamericano asistió al país y por la presencia del ex rey Juan Carlos de España.
[38] Finalmente tras la polémica generada asistió unos minutos al palco una hora antes que termine el festejo oficial, retirando se mientras tocaban las bandas militares[39][40][41] Con bandas internacionales junto a siete bandas nacionales representativas de la Policía Federal, la Prefectura Naval, las tres fuerzas armadas y la fanfarria Alto Perú, desfilaron 4000 efectivos de las distintas fuerzas.
[42][43][44][45] En el desfile militar que se realizó en la Ciudad de Buenos Aires, generó controversias la participación del exmilitar carapintada Aldo Rico, que encabezó sublevaciones en 1987 y 1988 contra el gobierno democrático de Raúl Alfonsín.
[57] En paralelo Mauricio Macri presentó a través de su cuenta personal en las redes sociales un segundo logotipo, este logo causó controversia por su diseño básico y el costo del mismo, además de causar mofas y memes en las redes sociales.
[65] Dos días después de su inauguración el monumento presentaba fisuras, óxido y grietas en el metal.